La grabación muestra a un hombre vestido con un mono naranja --como los presos de la cárcel militar que Estados Unidos posee en Guantánamo (Cuba)-- al que Estado Islámico acusa de espiar para el Kremlin tanto en Irak como en Siria.
Se trataría del primer ciudadano ruso que cae en manos del Estado Islámico, ya que hasta ahora el Gobierno de Vladimir Putin no ha informado de que uno de sus nacionales estuviera retenido por los terroristas.
Otro yihadista que habla ruso amenaza en el mismo vídeo a Rusia con lanzar más atentados, después del derribo del avión en la península del Sinaí --atribuido a una célula local del Estado Islámico--, y tras ello corta la garganta y la cabeza del presunto espía.