En algunos pueblos británicos, la agresividad de los zorros se está convirtiendo en un verdadero problema. Ya en el año 2010, dos gemelas tuvieron que ser hospitalizadas tras ser mordidas por un zorro. En esta ocasión, la víctima ha sido un bebé de tan sólo un mes de vida.
Cuando el recién nacido se encontraba en su cuna durmiendo, un grito alertó a su madre de que algo sucedía. Corrió hacia la habitación del pequeño y cuál fue su sorpresa cuando se encontró a un zorro sobre el bebé. Luchó para quitar al animal de allí y salvó a su hijo de las garras del animal.
El niño fue hospitalizado inmediatamente y tras un operación de tres horas, que los médicos catalogaron de "extremadamente complicada", el recién nacido se recupera correctamente.
No es la primera vez que esto sucede a los alrededores de Londres, por lo que Boris Johnson, el alcalde del pueblo, ha asegurado que "afortunadamente este tipo de ataques, aunque terribles, son raros, pero debemos afrontar el creciente problema de los zorros urbanos".