Según informa la cadena estadounidense BBC, el niño de 11 años --que no ha sido identificado por ser menor de edad-- sacó un revólver del armario de su padre y lo lanzó por la ventana al patio trasero de la vivienda, de donde recogió el arma antes de entrar a un coche y disparar a la víctima, de 3 años.
"Se desconoce qué sucedió cuando ambos niños estaban dentro del vehículo, pero una cosa es clara: el niño pequeño recibió un disparo en el rostro y fue asesinado", ha explicado la Oficina del Fiscal del Condado de Wayne, que ha investigado los hechos y ha presentado los cargos contra el niño.
El niño de 11 años, pese a su corta edad, tendrá que hacer frente al cargo de homicidio sin premeditación. La Oficina del Fiscal --a través de un comunicado-- reconoce que es la primera vez que acusa a alguien tan joven de haber quitado una vida, pero insiste en que "los hechos lo exigen".