La Policía recibió las primeras llamadas de alerta en torno a las 9.20 (hora local). A su llegada a las oficinas de UPS en la zona de Inglenook, los agentes se encontraron en un almacén con los tres cadáveres, "uno de ellos obviamente el del tirador", según el jefe de la Policía de Birmingham, A.C. Roper.
El supuesto autor de los disparos "aparentemente murió de una herida de disparo autoinfligida", una hipótesis que confirmaría el suicidio, informa una cadena local afiliada a FOX News.
Las autoridades han comenzado a entrevistar a familiares, amigos y testigos para tratar de esclarecer lo ocurrido. Aunque no ha trascendido oficialmente la identidad de las víctimas, los medios locales apuntan que las dos personas abatidas por el tirador serían empleados de UPS.
La empresa ha informado en un comunicado que está "ofreciendo toda su cooperación para verificar las circunstancias y el personal que había en las instalaciones".