Oficialmente, el Ejecutivo de Alexis Tsipras se ha limitado a decir que su prioridad es la de garantizar la llegada del primer tramo de la ayuda, gracias a la cual el país podrá hacer frente a un pago de 3.200 millones al Banco Central Europeo (BCE) que vence el jueves.
Sin embargo, diversas fuentes han apuntado que, una vez solventada esta deuda, Tsipras preguntará al Parlamento sobre su continuidad. En declaraciones a la cadena Skai, Skourletis ha dado por hecho esta votación: "Lo considero obvio por la profunda herida que tiene el grupo parlamentario de SYRIZA".
El responsable de Energía ha asumido también los riesgos que conllevaría convocar esta moción, en la medida en que su rechazo abocaría al país a elecciones anticipadas. Skourletis ha subrayado que se trata de "una cuestión de responsabilidad democrática".
Casi una tercera parte de los diputados de SYRIZA se abstuvieron o votaron en contra el pasado viernes. El Gobierno necesitó de los votos de los partidos opositores para sacar adelante las medidas requeridas a cambio del rescate.