El ciclón golpeó el país la noche del viernes hasta el sábado tras tocar tierra con vientos de más de 300 kilómetros por hora, derrumbando edificios, destrozando barcos e inundando carreteras y puentes.
A los "graves daños" materiales se han sumado también los personales, con un total de 24 víctimas mortales ya confirmadas --11 en Tafea, ocho en Efate y cinco en Tanna--.
Unas 3.300 personas han sido alojadas en los 37 centros de evacuación habilitados en las provincias de Torba y Penama, así como en la isla de Efate. La comunicación telefónica y por radio entre las distintas islas continúa todavía afectada, según la OCHA.
Un equipo de evaluación y gestión de desastres de la agencia de la ONU ha llegado a Port Vila para coordinar la asistencia humanitaria a los damnificados, mientras que fuerzas de Nueva Caledonia, Australia y Nueva Zelanda se han sumado al despliegue sobrevolando las zonas afectadas.
Vanuatu es un conjunto extenso de 83 islas y tiene alrededor de 260.000 habitantes. El país, uno de los más pobres del mundo, es muy propenso a los desastres como terremotos, tsunamis y tormentas.