Charlotte sale del hospital después de que los médicos que la tratan le hayan insertado en su brazo un cartílago del pulmón con forma de oreja para que crezca ahí. El objetivo es que los cartílagos se adapten a ella y así con el tiempo poder ponerle la oreja en su sitio.
A Charlotte la mascota familiar, un mapache la atacó destrozándole la cara cuando solo tenía tres meses. La niña quedó gravemente desfigurada y todos estos años han sido un entrar y salir continuo del quirófano.
Hace un año los médicos le reconstruyeron la nariz y ahora trabajan para que pueda tener su oreja. Será en junio cuando Charlotte pueda tener su oreja. De momento, a sus once años se ha atrevido a ponerse pendientes por primera vez.