Tan impactante como la muerte del actor Philip Seymour Hoffman ha sido saber que se inyectó cantidades ingentes de heroina. Esa droga vuelve a estar de moda sobre todo en Estados Unidos. Por 6 euros, se consigue una dosis, mucho más barata que los opiaceos y analgésicos. Unas imágenes de Phillip Seymour Hoffan , semiinconsciente, en el vuelo que le devolvía a Nueva York, procedente de Atlanta, donde había pasado la tarde bebiendo tan solo dos días antes de que fuera hallado muerto de sobredosis en su piso de Manhattan han salido a la luz. Allí se han encontrado nada menos que 70 bolsas de heroína y 20 jeringuillas usadas. "Si no lo dejo voy a morir". Asi se lo confesó a unos amigos en Navidad. La impactante muerte del aclamado capote pone rostro al alarmante resurgir de la heroína en Estados Unidos. La consumen 333.000 personas al mes. Lo dice la DEA, la agencia antinarcóticos. La heroina se ha convertido en una alternativa barata a los analgésicos derivados del opio. Se prescriben para dolores severos y son mucho más caros. Un frasco de fármacos como la famosa vicodina, a la que estaba enganchado el doctor House cuestan unos 120 euros, una dosis de heroína se consigue en la calle por menos de seis euros. Entre los nuevos adictos a la heroína, enfermos de cáncer y muchos veteranos de guerra que no pueden pagar los analégiscos. Además, muchos adictos mezclan la heroína con un analgésico, como el fentanyl; pontencia su efecto pero es casi letal. Hoffman todavía tenìa la jeringuilla pinchada en su brazo...Así de fulminante.