Brookman, padre de cinco hijos, habría decidido volver a Australia de forma voluntaria, por lo que se entregó a las autoridades en Turquía, según ha informado la cadena de televisión australiana ABC News.
El detenido ha relatado que decidió viajar a Siria para prestar ayuda humanitaria a través de sus conocimientos médicos, pero que decidió regresar después de conocer la violencia empleada por los milicianos de Estado Islámico.
"No estoy de acuerdo con lo que hacen para nada", ha relatado el enfermero a un medio local, en el que ha explicado que entre las atrocidades que comete la milicia se encuentra la crucifixión, por lo que tomó la decisión de abandonar Siria.
"No estoy de acuerdo con sus secuestros, con sus negocios con otros grupos musulmanes y especialmente después de que empezasen a ejecutar a periodistas y otros civiles inocentes", ha afirmado el australiano, que sin embargo se ha mostrado de acuerdo con la pena de muerte, siempre y cuando no sea de inocentes.