La víctima había estado bebiendo con amigos en su casa cuando tuvo la idea que le provocó la muerte. Stephen McCausland, un portavoz del Departamento de Seguridad Pública en Calais, en la frontera de Canadá, ha explicado que Staples había colocado "un tubo de mortero de fuegos artificiales en la cabeza e intentó hacerla estallar". Su hermano, Cody Grapas, estaba a pocos pasos de la víctima cuando ocurrió el accidente y ha señalado, recoge el diario The Mirror, que su hermano no hacía estupideces y que fue un terrible accidente.