Mutora se despertó al día siguiente para la consternación de los trabajadores de la morgue del hospital de Naivasha, que salieron huyendo despavoridos del lugar.
Una revisión posterior de los doctores parece concluir en principio que la medicación empleada para desintoxicar a Mutora ralentizó su ritmo cardiaco hasta el punto que los médicos fueron incapaces de detectar su pulso cuando estaba inconsciente.
"Por lo menos no le han embalsamado", declaró el superintendente del hospital Naivasha, el doctor Joseph Mburu, en declaraciones recogidas por la cadena BBC.
Mutora, ya en el ala de recuperación del hospital, ha declarado a los medios locales que se siente arrepentido de su intento de suicidio. "Fue un error desde el principio, y quiero pedir perdón a mi padre", declaró.