La imagen de un tulìpero de 40 metros y 650 toneladas cruzando el Mar Egeo ha dado la vuelta al mundo en pocas horas. Según los medios locales, la instalación del árbol en la nave que lo iba a transportar a través de las aguas duro prácticamente un día entera, ya que no ha sido fácil conservar el sistema de raíces del árbol.
El proyecto de Ivanishvili ha causado una gran polémica en determinados sectores que se oponen firmemente a que árboles centenarios sean arrancados de sus hábitats.
"Estoy desarrollando un parque donde creo que estarán mejor", aseguró el magnate en una ocasión, quien prometió que plantará 10 árboles por cada un arrancado.
El gobierno de Ayaria, región en la que se ubicaba el tulípero, emitió un decreto en el que autorizaba a Zimo Ltd, la empresa de Ivanishvili, a arrancar dos cipreses y el tulipero por unos ridículos 2.700 dólares, según publicó Georgia Today.