Según informa el diario Daily Mail, Shyima fue vendida como esclava por sus padres para pagar una deuda en 1998. La joven pasó los siguiente cuatro años de su vida encerrada en una celda y trabajando 20 horas al día para una familia que la maltrataba.
La familia para la que trabajaba se trasladó a California y, dos años después, Shyima consiguió la libertad gracias a una denuncia anónima realizada a los servicios sociales.
Ahora, Shyima ha escrito un libro en el que cuenta su particular infierno para dar a conocer su historia. “Quiero que la gente sepa que esto puede suceder . La esclavitud no se está solo en el libro de historia. Está justo al lado de usted”, explica en la revista People.
En su relato, Shyima cuenta que nació en una familia de 11 hermanos en un suburbio de Alejandría. Todo era feliz en su hogar hasta que una de sus hermanas mayores fue acusada de robar algo en la casa donde trabajaba. Para compesar el valor de lo sustraído sus padres entregaron a Shyima como esclava.
Entonces comenzó un infierno de malos trataos, “me daban puñetazos y me llamaban esclava estúpida”. Shyima se encargaba de todas las tareas de la casa, cuidaba a los hijos de sus ‘señores’ y solo le permitían comer una vez al día. Dormía en una pequeña habitación sin aire acondicionado, sin iluminación y dormía en un colchón en el suelo.
En el año 2002, una persona anónima denunció la situación de Shyima a los servicios sociales que la rescataron de su cautiverio. Después de vivir en una casa de acogida se convirtió en ciudadana estadounidense, ha reecho su vida y lucha activamente contra la trata de personas.