De acuerdo con el pacto alcanzado en Ginebra en noviembre de 2013, Irán tiene que detener las actividades de enriquecimiento de uranio al 20 por ciento --un nivel próximo al necesario para producir combustible para armas nucleares-- a cambio de que se congelen las sanciones internacionales contra Teherán.
"La suspensión del enriquecimiento al 20 por ciento ha comenzado en la planta de Natanz y los inspectores de la Agencia Internacional para la Energía Atómica están yendo a la planta de Fordow", ha explicado el subdirector de la Agencia para la Energía Atómica de Irán, Behrouz Kamalvandi, en declaraciones difundidas por la cadena de televisión estatal.
Según un informe confidencial de la AIEA al que ha tenido acceso Reuters, el régimen de los ayatolás ya ha detenido sus actividades nucleares más importantes, en cumplimiento del acuerdo alcanzado con el grupo 5+1.
El documento señala que Irán ha comenzado a diluir sus reservas de uranio enriquecido al 20 por ciento, un nivel próximo al que permite producir combustible para bombas nucleares.