La paralización de la economía española que ha supuesto la crisis del coronavirus ha llevado al país a una situación peligrosa: el COVID nos ha dejado una deuda del 115%, es decir, que vamos a tener mucha más deuda que producto hasta que comience la recuperación.
Por ello, el Gobierno de coalición (a la espera de que Pablo Iglesias “convenza” a Pedro Sánchez “de subir los impuestos a los más ricos”, sin definir quiénes son), ha aprobado una subida de impuestos que nos afecta tanto a nivel empresarial como individual.
Además de aplicar una tasa Google, una tasa bancaria y una tasa medioambiental, los impuestos comunes que van a subir son los siguientes, según la explicación de Javier Ruiz:
- Subida del IRPF, el impuesto de la renta para los que tributan por nómina
- Los impuestos a las grandes empresas que, antes de la crisis del 2008, pagaban 44 millones de impuestos y, una vez que se recuperaron, han estado pagando la mitad de los mismos. El Gobierno propone entonces que se vuelva a las cifras anteriores a la caída de Lehman Brothers.
- El dieselazo: habrá una subida importante de los carburantes, pues España es una de los países de la Unión Europea que menos paga por ellos y van a igualarse con el resto de las tasas de la comunidad.
- Subirá el tabaco, el alcohol y las energías contaminantes.