El FMI alerta de una desaceleración: España solo pierde una décima pero Alemania sigue sin tirar

cuatro.com 09/04/2019 16:08

En su análisis, la institución internacional aboga por que España lleve a cabo una "reconstrucción gradual" de su colchón fiscal con el fin de garantizar la estabilidad y evitar reavivar la espiral negativa entre los riesgos soberanos y bancarios, añadiendo que los esfuerzos para reducir la dualidad del mercado laboral impulsarían la creación de empleo e incentivarían la inversión privada.

A pesar de este recorte de una décima en su proyección de crecimiento para 2019, España es la gran economía europea que mejor resiste la desaceleración generalizada prevista por el FMI en su informe 'Perspectivas Económicas Mundiales'.

De este modo, la economía española seguirá creciendo en 2019 y 2020 por encima de la media de la eurozona, que ha sido rebajada en tres y dos décimas, respectivamente, hasta el 1,3% este año y el 1,5% el siguiente. De hecho, en comparación con el resto de las grandes economías del euro, la rebaja de una décima en la previsión de crecimiento para España en 2019 resulta benigna respecto del ajuste realizado en el caso de países como Alemania, Francia o Italia.

La locomotora alemana no tira

Así, el pronóstico de crecimiento del FMI para la economía germana en 2019, que en enero ya fue recortado en seis décimas, hasta el 1,3%, vuelve a ser ajustado ahora a la baja medio punto porcentual, hasta el 0,8%, mientras que la previsión de cara a 2020 se rebaja otras dos décimas y pasa a situarse en el 1,4%.

Francia crece una décima

En el caso de Francia, los nuevos pronósticos apuntan a un crecimiento del 1,3% en 2019 y del 1,4% un año después, dos décimas menos de lo proyectado en enero para cada año, mientras que para Italia la institución ha recortado en medio punto porcentual su previsión de crecimiento para 2019, hasta el 0,1%, aunque mantiene sin cambios su proyección para 2020 en el 0,9%.

La desaceleración mundial será mayor de lo estimado

La desaceleración del crecimiento de la economía mundial en 2019 será mayor de lo estimado inicialmente por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado dos décimas a la baja su pronóstico del pasado mes de enero, hasta el 3,3%, mientras que ha confirmado su previsión del 3,6% para 2020, advirtiendo del carácter "precario" de esta recuperación, que estará liderada por las economías emergentes.

"Es un momento delicado para la economía global", ha señalado la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, añadiendo que la recuperación prevista a partir de la segunda mitad de 2019 y para 2020 "es precaria y se basa en un rebote de las economías emergentes y en desarrollo", mientras que el crecimiento de las economías avanzadas tenderá hacia su modesto potencial a medida que desaparece el estímulo de la reforma tributaria estadounidense, así como consecuencia del envejecimiento de la población y el escaso incremento de la productividad.

De este modo, las nuevas previsiones del FMI, recogidas en su informe 'Perspectivas Económicas Mundiales', confirman la pérdida de ímpetu de las economías avanzadas, que crecerán un 1,8% en 2019, dos décimas por debajo de lo anticipado en enero, y un 1,7% en 2020, a medida que disminuye el impulso de la reforma fiscal de EEUU.

No obstante, la institución internacional confía en un repunte de la actividad a partir de la segunda mitad de 2019, subrayando que esta aceleración estará protagonizada por las economías emergentes, que este año crecerán un 4,4% y en 2020 se expandirán un 4,8%, en ambos casos una décima menos de lo anticipado el pasado mes de enero.

En este sentido, la economista jefe del FMI expresa su confianza en que el cambio en la postura de los bancos centrales de EEUU, Reino Unido, la zona euro y Japón hacia políticas monetarias más acomodaticias, servirá de apoyo al rebote de la actividad, al mismo tiempo que China ha lanzado un paquete de estímulos fiscales y parecen aliviarse las tensiones comerciales entre el gigante asiático y EEUU.

No obstante, a pesar de que estas medidas han revertido en parte el endurecimiento de las condiciones financieras y el crecimiento global mantiene una tasa razonable de expansión, "persisten muchos riesgos a la baja", apunta la economista en relación a un posible agravamiento de las tensiones comerciales, así como a un crecimiento de China inferior al esperado o un deterioro de los aspectos vinculados al 'Brexit' que afectasen negativamente a la confianza en los mercados.