Alemania sigue demandando austeridad y ha venido a recordárnoslo su ministro de finanzas, que no está dispuesto a estimular el consumo de su país para tirar de nuestra maltrecha economía. Alemania aprieta, pero no ahoga. Para mostrar que confía en España al margen de lo que piensen las instituciones europeas, va a ofrecer financiación a las pequeñas y medianas empresas españolas. Para el ministro alemán, estas ayudas combatirán el paro juvenil. Ese drama es el objeto de estudio de un grupo de eurodiputados que ha venido a España a revisar las otras medidas aprobadas por el Gobierno contra el paro. Uno de los proyectos es devolver a las aulas a los que las abandonaron con el boom del ladrillo.