El Gobierno subirá mañana el tabaco y el alcohol, una idea que hace saltar las alarmas entre numerosos ciudadanos, que se quejan del abuso de tanta subida y se estremecen con la idea de tan solo pensarlo.
Se gravará más el tabaco, y también el de liar, el más económico y al que se sumaron muchos para esquivar las subidas anteriores.
Más allá, la cartera sufrirá también más con los brindis de verano. Las bebidas alcohólicas podrían ser hasta un 10% más caras. Otra vuelta de tuerca que recibe multitud de quejas entre la población.
El Gobierno espera recaudar 2.000 millones de euros con este incremento de los precios. Los hosteleros, uno de los sectores que se verá más afectado por esta medida, por su parte, temen que los destilados vuelvan a las estanterías. El vino y las cañas, que se libran de las subidas, son la esperanza que les queda en la búsqueda de intentar hacer caja.