En la casa de Lina, llegaron a entrar más de 4.000 euros mensuales. Ahora vive con miedo a que la desahucien después de parar hasta tres lanzamientos. Ella y su pareja eran empresarios, pero llegó la crisis y lo perdieron todo. Durante años, pudo alimentar a sus dos hijos gracias a la ayuda de vecinos y ONG y sin apenas ingresos, dejó de pagar la hipoteca. Lina querria devolver los 80.000 euros que le debe al banco pero en cuotas asumibles con la ayuda que cobra. Monica, en cambio, nunca ha dejado de trabajar. Pero al separarse, con su sueldo mileurista no pudo asumir las cuotas de la hipoteca. Ella y su marido ingresaban unis 3.000 euros mensuales. Por eso, se compraron una viviendo de protección oficial. Dos años después, cree que pronto tendrá fecha de desahucio.