La nueva ley implica un cambio tanto en la concepción del delito como en las penas por cometerlos. A partir de ahora, el acoso o abuso será todo aquello que no lleve consentimiento expreso, es decir, por fin llega el famoso “solo sí es sí”.
Además, ya no se distinguirá entre agresión y violación, simplificando los delitos a cometer a 2: acoso y agresión. Esto también conlleva un cambio en las penas impuestas: el delito de abuso sexual estará penado con entre 4 y 10 años de cárcel, con dos posibles agravantes que podrían incrementar la pena hasta 15 años de cárcel.