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Puede que la pandemia haya acelerado esa cuarta revolución industrial de la que tanto se viene hablando en los últimos tiempos, pero todavía estamos muy lejos de haber llegado a la meta. Para las empresas, el futuro fértil tiene un pie en lo digital. El teletrabajo, la deslocalización y el crecimiento de los negocios online han venido para transformar radicalmente nuestra forma de trabajar, y bien sea por necesidad o por iniciativa propia para afrontar el futuro con mejores perspectivas de éxito, todos los sectores han buscado en 2020 hacer una reconversión total de sus negocios y de la forma en que se enfrentan a los nuevos cambios.
Esta transición y adaptación a un nuevo entorno laboral digitalizado, a veces nada sencilla para los negocios tradicionales, va a demandar cada vez más trabajadores cualificados que permitan a las empresas competir en mejores condiciones.
Los especialistas en recursos humanos coinciden en su diagnóstico. El sector IT es el que mejores perspectivas de crecimiento tiene y más trabajadores cualificados buscará en el medio plazo, y el reto estará en cubrir la demanda de estos puestos, algo que actualmente está muy lejos de conseguirse. Frente a la alta demanda, escasa oferta.
Estos son los empleos relacionados con el sector tecnológico que más atención van a atraer.
Hasta la llegada del virus, estos perfiles cualificados se encontraban sobre todo en el entorno de las empresas tecnológicas, pero la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de disponer de ingenieros y desarrolladores de software que faciliten a las empresas la transición del negocio físico al digital y les ayuden a encarar los retos, algo que ya no solo afecta al sector tecnológico.
Los así llamados ‘desarrolladores web’, un puesto que acapara el 33% de las ofertas de empleo en los portales según los datos de StudentFinance: Full Stack Developer, Front End Dev, Java Script Dev. y Analist Dev.
Los datos apuntan a que en el futuro se necesitarán cada vez más expertos en data science para manejar los ingentes flujos de información y datos, así como expertos en análisis que puedan interpretarlos y ayudar a las empresas a tomar decisiones. Actualmente, los ingenieros de datos son uno de los puestos más buscados por las empresas dentro del sector tecnológico.
Por supuesto, serán imprescindibles los ingenieros informáticos y un batallón de programadores para adaptarse a los nuevos retos que la tecnología ponga en el camino de las empresas. En estos nuevos puestos, a la medida de un panorama laboral salvajemente digital e informatizado, los expertos en blockchain y machine learning también tendrán un hueco preeminente.
Con el objetivo de aumentar la capacidad productiva de las empresas y reducir lo máximo posible su margen de error, los empleos tecnológicos de testeo y análisis aumentarán mucho. Serán puestos dedicados a detectar las fallas y la ineficiencia en los procesos productivos de las empresas a través de programas de software automatizados. De hecho, los así llamados ‘equipos de DevOps’ han crecido más de un 40% por ciento en los últimos cinco años en las empresas españolas.
Frente al trabajo en un entorno físico y presencial, en franca decadencia, gana terreno la hibridación y lo dúctil, con ciertas garantías de seguridad, y es ahí donde los arquitectos en la nube permitirán permite a muchísimas empresas flexibilizar su forma de trabajar. No pasará mucho tiempo hasta que sea un puesto de alta demanda.
Todos escoramos inexorablemente hacia lo digital; una existencia contenida y vivida en la red y custodiada en la nube, a resguardo de de ciertas amenazas (hackers y cibercrimen). La ciberseguridad será uno de los caballos de batalla de las empresas que quieran competir en un entorno digital cada vez más amenazado, y a raíz de la pandemia, la inversión en este tipo de servicios ha crecido exponencialmente. Si todo está en la nube, las puertas de acceso a esa información tienen que ser a prueba de mirones.
La protección de datos, y ese blindado de seguridad que toda empresa y particular necesita en el mundo digital, posibilitarán que se abra un nuevo terreno laboral fértil para los trabajadores que se formen en este ámbito.