Las células T, las "asesinas del coronavirus" presentes en la súper vacuna de la Universidad de Oxford

  • La vacuna de la Universidad de Oxford produce una fuerte respuesta inmune contra el COVID-19

  • Si se culmina con éxito la fase III del estudio, la vacuna será fabricada a gran escala

'Cuatro al día' ha hablado una vez más con Joan Pons, el enfermero español que, junto con otros 1000 voluntarios, se ha inoculado la vacuna del coronavirus con la que estrá trabajando la Universidad de Oxford. Precisamente hoy, la prestigiosa universidad británica ha comunicado que la vacuna ha generado inmunidad en los voluntarios que la han probado, dando una esperanza al mundo, al que "el coronavirus le está amargando la vida", como ha dicho Pons.

Este enfermero nos ha explicado que són las células T, las células que genera la vacuna en el cuerpo humano y que son las "asesinas" del SARS- COV-2. Los resultados del ensayo de fase I/II de la vacuna contra el COVID-19 que está desarrollando la Universidad de Oxford (Reino Unido) indican que no hay preocupaciones de seguridad (Joan Pons no ha tenido ningún efecto secundario) e induce fuertes respuestas inmunológicas.

Glóbulos blancos que atacan a las células con COVID-19

En el estudio, publicado hoy en la revista científica 'The Lancet', la vacuna provocó una respuesta de las células T en los 14 días siguientes a la vacunación (glóbulos blancos que pueden atacar a las células infectadas con el virus del SARS-CoV-2), y una respuesta de los anticuerpos en los 28 días siguientes (los anticuerpos son capaces de neutralizar el virus para que no pueda infectar a las células cuando se contraiga inicialmente).

Por tanto, la Universidad de Oxford está trabajando con la empresa biofarmacéutica AstraZeneca en el desarrollo ulterior, la fabricación a gran escala y la posible distribución de la vacuna COVID-19, y los planes para el desarrollo clínico y la producción de la vacuna de Oxford avanzan a nivel mundial. El proyecto se ha visto impulsado por una financiación gubernamental de 84 millones de libras para ayudar a acelerar el desarrollo de la vacuna.