Como ya ha ocurrido en otros países, la fiscalía está investigando este caso en el que el dueño en un bar anunciaba que ‘alquilaba’ a un hombre con acondroplasia – comúnmente conocida como enanismo -. Manolo ha asegurado que Tony, el contratado, está “muy contento” con su trabajo: “A él le gusta disfrazarse y hacerse fotos con los clientes, que le adoran. Nadie le obliga a nada, lo único que pasa es que es enanito”, ha dicho. Sin embargo, esto ha reabierto el debate sobre las profesiones que padece enanismo tienen que estar ligadas a lo cómico y denigrante.