Cambio climático: los glaciares marinos se derriten más rápido de lo previsto

  • Científicos estadounidenses han comprobado las tasas de fusión submarina

  • Lo han elaborado en el glaciar marino LeConte, en Alaska

  • Pretenden mejorar las proyecciones del aumento del nivel del mar

La pérdida de hielo de los glaciares y las capas heladas contribuye al aumento del nivel del mar. Pero no solo eso, también influye en la circulación oceánica, afecta a la productividad de los ecosistemas y permite la entrada de nutrientes al océano. Estos cambios se producen por la fusión submarina y el surgimiento de icebergs que se desprenden del final de los glaciares marinos.

Hasta el momento, las medidas que existían para saber cómo se derretían los extremos submarinos de estas masas de hielo se basaban en modelos teóricos, que nunca antes se había probado directamente.

Pero ahora, un equipo de científicos estadounidenses, liderado por la Universidad de Oregon en EE UU, proporciona por primera vez observaciones directas de las tasas de fusión submarina desde el glaciar marino LeConte, al sureste de Alaska, gracias a la recopilación completa de datos sobre el océano, el hielo y la atmósfera entre 2016 y 2017.

Al compararlo con dos métodos teóricos de medición han encontado que las tasas de fusión eran extremadamente altas en comparación con las predicciones teóricas. En algunos lugares esas tasas eran hasta 100 veces más altas de lo que la teoría predecía.

El estudio permitió, además, mostrar la distribución espacial de la fusión en la superficie del hielo y cómo esta cambió a lo largo del tiempo entre dos estaciones. Los científicos detectaron también que las tasas de fusión eran más elevadas en verano que en primavera.

Se empleó la técnica fotográfica de cámara rápida para detectar el desprendimiento del iceberg; y datos de la estación meteorológica para calcular el derretimiento de la superficie del glaciar. Luego buscaron cambios en los patrones de fusión entre las mediciones de agosto y mayo.

Pero como el glaciar es muy activo, liberando pequeños y grandes icebergs constantemente, y fluyendo muy rápido, tuvieron que repetirlo varias veces para capturar el retroceso del hielo durante los dos años del estudio. Los resultados obtenidos en función del movimiento del hielo, el océano y los icebergs permitieron obtener respuestas sólidas.

Según los científicos, estos hallazgos podrían mejorar las proyecciones del aumento del nivel del mar provocado por el incremento de las temperaturas.