Todo empezó con un tuit, un texto con el que la actriz Bárbara Goenaga condenaba la agresión sufrida por dos mujeres en un autobús londinense. Y las críticas no se hicieron esperar, como las que hacían alusión a su marido, el presidente del PP en Guipúzcoa, Borja Sémper. Finalmente, ella ha decidido abandonar las redes sociales por el “machaque psicológico” que recibe cada vez que opina.