La historia de Amelia, superviviente del mundo de la prostitución: "La propia sociedad forma parte de este sistema de destrucción"

  • En 'Cuatro al día' hablamos con una mujer a la que explotaron sexualmente durante cinco años por más de 40 prostíbulos en nuestro país

  • Amelia Tiganus asegura que fue vendida por 300 euros a un proxeneta y explotada sexualmente en España

  • “Veo como este negocio criminal que deshumaniza a las niñas y a los propios niños a través del consumo de pornografía”

En ‘Cuatro al día’ conocemos la historia de Amelia Tiganus, que asegura que fue vendida por 300 euros a un proxeneta y explotada sexualmente en España. Una terrible vivencia personal que afecta “a cientos de miles de mujeres que son prostituidas y explotadas en España”.

Amelia Tiganus llego al mundo de la prostitución “a través del empobrecimiento, a través de la violencia sexual, a través de que mi propio entorno me excluyó al ser considerada una mala mujer”. Esta superviviente fue violada cuando tenía 13 años y desde entonces fue señalada, “creo que es importante reflexionar sobre cómo la propia sociedad forma parte de este sistema de destrucción”.

En esta situación de “vulnerabilidad”, en la que se sienten “abandonadas”, es cuando los proxenetas se aprovechan de lo que sucede, “incluso vendernos la salvación”. Desde los 18 años hasta los 23 se ha visto “atrapada en el sistema de la prostitución”. Amelia Tiganus crítica el alegato de “están ahí porque quiere, porque lo eligen, ese discurso significa ese abismo que nos impide integrarnos en la sociedad”.

Cómo vive una prostituta atrapada en una red de proxenetas

Desde su experiencia, Amelia Tiganus explica que las mujeres que son prostituidas se ven “lejos de casa” y “desnudos”, un pensamiento que “les atraviesa”. Muestra su enfado cuando se llega a hablar de “trabajo sexual”: “Ser penetrada por boca, vagina y ano, por cualquier hombre que le sobra un billete y le falta ética”

Amelia Tiganus ahora es escritora y formadora de adolescentes y teme por el fututo que le dejamos a las niñas, “veo como este negocio criminal que deshumaniza a las niñas y a los propios niños a través del consumo de pornografía”.