No es la primera ni la única tragedia química de la historia pero puede que sí la más olvidada. Era la madrugada del 3 de diciembre de 1984 cuando un peligroso gas tóxico escapaba de las unas instalaciones químicas provocando a su paso un reguero de muerte en esta humilde ciudad de La India.
Javier Moro ha acudido a la nave del misterio para recordarle al mundo la tragedia de Bhopal, una historia que, pese a que se trató de un accidente sin precedentes, fue silenciada incluso por las autoridades del propio país: “Hice un libro sobre esta tragedia porque no quería que el mundo lo olvidara, es el mayor accidente industrial de la historia, pero al no ocurrir en occidente como Chernóbil no se recuerda”, explicaba Moro.
Según los datos de las ONG que trabajaron en el terreno tras el escape murieron más de 35.000 personas a causa de la fuga de gas: “Es una tragedia que perdura aún hoy en día porque nadie se ha preocupado de reconstruir esa ciudad, la compañía responsable nunca desveló la composición del gas letal que se escapó de la fábrica aquella noche, al no desvelar la composición no se pudo hacer un protocolo de curación como en el caso de Chernóbil o con las víctimas del aceite de colza en España”.
Javier Moro ha relatado ante un estupefacto Iker Jiménez cómo fueron esas dos horas letales durante las que el gas estuvo escapando de sus contenedores: “Como era de noche y hacía frío algunas personas estaban en sus camas tapadas con sus edredones y eso les salvó, sin embargo los niños morían como chinches asfixiados por el gas, se volvían azules”.
Javier ha explicado que la fábrica estaba situada junto a un barrio de chabolas que se vio tremendamente afectada por el escape además de por el leve viento del sur que soplaba aquella noche y que llevó el gas hasta los barrios más pobres de la ciudad.