Juan Pablo Ordúñez regresa a la sección del pirata para hablar de uno de los clásicos dentro del mundo del rock: el satanismo. Prácticamente desde que el rock and roll existe se ha relacionado a los artistas de esta disciplina con las prácticas satánicas: “Con Elvis y su movimiento de caderas ya se decía que el rock era la música del diablo”.
Las estrategias de márketing con cruces invertidas, calaveras, demonios ayudaron a crear la idea de que ese nuevo y revolucionario estilo de música provenía de las fuerzas oscuras, o al menos eso creían los sectores más conservadores del momento.
A todo esto se le suman los mensajes secretos en los discos de Led Zeppelin, mensajes que se podían escuchar si se rebobinaban las canciones: “Es el grupo por excelencia al que se relaciona con la devoción por satán y las artes oscuras”. Con el paso del tiempo surgirían los grupos como Black widow que llamaban directamente a unirse a ritos satánicos.