Cuando los fenicios enfurecían a sus dioses solo había una forma de aplacar su ira… haciendo un sacrificio y dando lugar así al rito más escalofriante de nuestra historia. Solían ser niños los sacrificios que los cartagineses realizaban en masa.
En la mitología etrusca, Charun era el demonio que mataba a sus víctimas con una maza y torturaba el alma de los muertos en el inframundo. Para muchas culturas, entregar a un niño era un regalo para los dioses, debido a su inocencia y divinidad.
En Cádiz, con tantas influencias fenicias, se encontró un hallazgo sorprendente que analizamos en el plató de ‘Cuarto Milenio’: el cuerpo de un niño que fue golpeado en el cráneo con una maza. Descubrimos que no, no era un mito.