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En la Parroquia de San Orente se encuentra una de las momias más extrañas y milagrosas de las que se tiene noticia. Se trata de San Campio, un santo que fue embalsamado a modo faraónico. Esta momia llegó a Galicia en el siglo XVIII para combatir el paganismo y se mutiló para extender su culto por toda la región. A la momia le crecen las uñas y la barba y tiene varios poderes, como exorcizar a los endemoniados.