No se le avisó de lo que allí había ocurrido pero ella lo vio claro. Señaló los dos puntos clave, la higuera y el torreón, y su péndulo hablaba por sí mismo. Carlos Largo cuenta que Paloma vio a un hombre moribundo “con una energía muy especial” ya la propia Paloma cuenta que no sabe si fue hasta allí vivo o muerto. Habla con los testigos y le explica que quizás ese ser quería decirle algo. Una vez en plató, Alejandra cuenta su experiencia de aquel día, que rompió a llorar al presenciar de nuevo al hombre.