Abandonado en los años 30, el cementerio de esta localidad zaragozana ha sido escenario de numerosos sucesos que siguen sin explicación. Al parecer, a finales del siglo 19 y principios de 20 se llevaron a cabo en la zona persecuciones de vecinos que daban justicia a mujeres relacionadas con la brujería. Todas ellas se encuentran enterradas en este cementerio olvidado al que nadie acude ya a poner flores.