Un pasado destruido. Un legado perdido. Una pieza que falta. Nos adentramos en la selva profunda junto a Javier Sierra, quien nos trae una historia con la primera pieza que falta. Habla de una cabeza gigante a la que muchos veneraban pero cuando fueron a verla se encontraron con un paraje desolador.
La cabeza había sido destrozada a balazos porque esa zona fue campamento de guerrilla para militares. Sierra trae nuevas claves sobre esto y no duda en compartirlas con los espectadores de ‘Cuarto Milenio’. Además, vemos imágenes inéditas de este asombroso hallazgo.
Se llegó a la conclusión, nos cuenta Javier, que “esta cabeza perdida era un monumento funerario, o de recuerdo, a la mujer de un terrateniente de la zona que se la hizo cuando fallecido en el 36. Hemos buscado y no hay nadie en la familia que correspondiera a estas siglas. Dice Padilla que cuando uno mira a la cabeza, no tiene apariencia de mujer”.