‘Cuarto Milenio’ habla de El monstruo de las checas, un hombre despiadado que creó unos cubículos de tortura durante la guerra civil para atormentar a todos aquellos a los que consideraban traidores de los grupos comunistas afines a la política de Stalin.
Se trataba de unas macabras instalaciones secretas de tortura y asesinato que operaban al margen de la ley. Muchas de ellas se encontraban en Barcelona y nuestro programa ha podido acceder a una de ellas que, a día de hoy, son conventos.
De todas las checas que se construyeron, hubo una especialmente terrible y que se utilizaba para realizar torturas psicológicas a los presos políticos. Las paredes estaban llenas de elementos geométricos y hasta Himmler se quedó asombrado al verla.
¿Quién había creado esa construcción capaz de horrorizar al oficial nazi? Se trataba de Alfonso Laurencic, de origen yugoslavo y que trabajó para el servicio de información militar. Susana Frouchtmann, escritora, explica en qué consistían las checas que creó aquel ‘monstruo’.
Una bestia que tuvo su final en la Guerra Civil. Fue capturado por las tropas de Franco en Gerona y juzgado por colaborar con Stalin. Al ser declarado culpable, fue fusilado en Montjuic, pero, poco antes, levantó el brazo derecho y gritó “Viva Franco”.