Las brujas de San Fernando: el crimen adolescente que heló la sangre de esta población gaditana

Las brujas de San Fernando
Las brujas de San Fernando
  • Raquel e Iria, dos jóvenes adolescentes, acabaron con la vida de su amiga Clara tras haber leído libros de satanismo

  • Las asesinas acabaron con la vida de su amiga Clara asestándole 32 puñaladas y cortándole la cabeza

  • “Encontraron en casa de una de las asesinas una vela negra, la figura de un ángel orante con las manos cortadas y cuatro cartas del tarot”

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Se trata de uno de los crímenes más atroces de nuestra historia reciente pero olvidada en cierta medida por el gran público, aunque no así por los expertos en el ámbito de los asesinatos. Vicente Garrido y Paz Velasco se sientan en la nave del misterio para hablar del caso conocido como ‘Las brujas de San Fernando’, ocurrido en el año 2000.

Un crimen tremendo ocurrido en la localidad gaditana de San Fernando en el que el ocultismo y las leyes oscuras jugaron un papel fundamental. Dos adolescentes, Raquel e Iria, acabaron con la vida Klara García, una joven de su edad, asestándole 33 puñaladas y cortándole la cabeza para asegurarse de su muerte.

Las brujas de San Fernando: el crimen adolescente que heló la sangre de esta población gaditana

Cuando la policía registró las casas de las dos jóvenes asesinas descubrieron algo que no esperaban: una caja que contenía una vela negra, la figura de un ángel en posición orante con las manos cortadas y cuatro cartas del tarot. Muchos investigadores del cuerpo nacional de policía vieron en el crimen una relación estrecha entre esta caja y el fatal desenlace del caso.

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Tanto Raquel como Iria, de 17 y 16 años respectivamente, llevaron a la vida real las directrices de algunos libros satánicos que ambas leían y creían. Klara era su amiga, participaba con ella de sus inquietudes y gustos, pero en algún momento decidió salir del grupo y esto supuso una decisión fatal para ella: “Raquel e Iria se tomaron la salida de Klara como un abandono, y ambas venían de hogares desestructurados”.

Para Vicente Guerrero está claro que en estos casos se produce una huida de la realidad que acaba con personas completamente alejadas del bien y el mal establecido y sin tener claras las barreras que separan la moral de la atrocidad. Raquel e Iria llegaron incluso a escribir a José Rabadán, el conocido como asesino de la catana: “Cómo te admiramos, tú has conseguido hacer aquello que nosotras solo imaginamos”.