En este episodio de ‘WAGS: Ellas también juegan’ Zoe Cristofoli nos enseña los negocios que tiene en la ciudad italiana de Turín: un estudio de tatuajes de lujo y una tienda de zapatillas en la que vende y expone algunos de los modelos más exclusivos.
Zoe viaja a Turín con su gran amigo Alberto y de camino nos cuenta lo contenta que está con su estudio de tatuajes: “Era mi sueño que se ha hecho realidad”. Confiesa que va gente muy conocida: “Futbolistas, actores, gente que quiere privacidad y hacerse un tatuaje con los mejores”.
La italiana también aprovecha la oportunidad para tatuarse con su amigo Alberto: “Creo que tatuarse con amigos es muy bonito”, confiesa minutos antes de grabarse en la piel la palabra “positividad” en inglés junto a su amigo. Un momento en el que también conocemos a Saviano, su tatuador de confianza.
Y es que la pasión de Zoe por los tatuajes viene de largo: “Mi primer tatuaje fue a los 15: quería hacer algo de chica mala y se convirtió en mi pasión. Los dos más importantes que tengo son uno de mi madre y el segundo, por mi hijo. Es su pequeño pie con su nombre y fecha de nacimiento”.
En su visita a Turín, Zoe también nos enseña su tienda de zapatillas de lujo y confiesa que tiene ejemplares que alcanzan los 30.000 euros. Y es que para ella son un imprescindible para cualquier outfit: “Tienes que tener unas zapatillas que molen para tener un look perfecto”.
Además, confiesa que tiene ediciones limitadas “a partir de 2.000 euros, hasta los 30.000”. Cuando su amigo Alberto intenta quitarle el plástico a un par de zapatillas para probárselas, Zoe explica alarmada que son ejemplares solo para exposición y nos enseña algunas de sus sneakers favoritas.
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