Análisis Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo para Nintendo Switch

  • Analizamos el musou de Koei Tecmo y Nintendo, una nueva entrega en la saga Hyrule Warriors

  • Una obra que nos permite descubrir la historia previa a Breath of the Wild con una jugabilidad adictiva y variada

Para los amantes del universo de The Legend of Zelda, fue una gran noticia el conocer que Koei Tecmo y Nintendo estaban preparando una nueva entrega que nos permitiría vivir lo que ocurrió cien años antes de los acontecimientos que marcaron Breath of the Wild. Sin embargo, a algunos les echó para atrás el hecho de que se englobara dentro del género musou, caracterizado por presentar batallas masivas con cientos de enemigos. No obstante, se trata de una etiqueta que le viene como un guante a un juego con este planteamiento, ya que el Cataclismo en el que Ganon y sus secuaces asolaron Hyrule se caracterizó por estar compuesto de una serie de batallas desafiantes, en las que Link, Zelda, los cuatro elegidos y el resto de sus aliados lucharon duramente pero no pudieron vencer.

La historia 100 años antes de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Cuando iniciamos la aventura de Breath of the Wild, el héroe del Tiempo despierta sin recuerdos y con su habitual falta de habla. A medida que se adentra en los verdes y relucientes prados de Hyrule descubre que algo no marcha bien. Allí dónde debería reinar la paz y la tranquilidad asoma el caos, el cual se concentra en el castillo real, rodeado de oscuridad y lugar en el que Zelda todavía encierra con su poder a Ganon. Con tal de tratar de arreglar esta situación y eliminar el mal de la región, el periplo de Link le llevará por los diversos territorios en los que habitan los zora, gerudo, goron y orni, además de los humanos y otras razas para buscar aliados y hacerse más fuerte antes de unirse a Zelda en su centenaria pelea.

Cien años antes, los elegidos de cada una de las cuatro razas principales fueron escogidos para pilotar las Bestias Divinas y así tratar de evitar el Cataclismo que se avecinaba, protagonizado por un enemigo cuyo poder no estaban preparados para contrarrestar. Sin embargo, entrenaron y se prepararon para intentarlo, en una serie de pequeñas batallas que llevó a una definitiva, en la que muchos de ellos perecieron.

Es precisamente durante este período dónde el nuevo Hyrule Warriors se ambienta. A nivel de trama y narrativa funciona perfectamente, ya que cualquier aficionado a la franquicia podrá disfrutar de escenas cinemáticas inéditas de gran calidad, además de conversaciones y momentos clave en los que no podremos evitar esbozar una sonrisa por ver el aspecto de Sidon de pequeño o combatir junto a la joven Impa, entre otras muchas sorpresas. Gracias a todo ello, podemos vivir de primera mano cómo fue la Gran Guerra de la que todos hablan y rellenar todos esos huecos de información y lore que deseábamos conocer de cara a estar más que preparados para la llegada de Breath of the Wild 2.

A pesar de no disponer de libertad total para movernos por Hyrule, sí que tenemos el mapa completo para poder realizar entrenamientos, misiones secundarias, mejorar nuestras armas en el herrero, comprar ítems útiles en una tienda y demás. Todo ello se puede llevar a cabo a nuestro antojo, por lo que no es obligatorio pero sí recomendable de cara a exprimir todo el potencial del juego y prepararnos para cada una de las batallas principales que nos esperan.

Musou en estado puro y personajes con habilidades únicas

Ya que el juego se engloba dentro del género musou, encontraremos decenas de enemigos distintos (tanto diseños que ya conocemos como otros nuevos) que nos atacarán conjuntamente para tratar de aplicarse la máxima de que “la unión hace la fuerza”. Nos esperan un buen número de mapas distintos que deberemos recorrer para poder lograr el objetivo de cada misión particular. Este puede ser tomar puntos de control, derrotar a un número determinado de enemigos, a un boss en concreto o simplemente avanzar hasta ver el final del lugar. Se trata de escenarios que ya conocemos de Breath of the Wild, por lo que podemos esperar visitar el Bosque Kolog, el Desierto Gerudo, el Reino de los Zora y muchos más.

Más allá de los enemigos sencillos, los que brillan con luz propia son los jefes finales. Encontraremos batallas realmente espectaculares que nos harán poner toda la carne en el asador y hacer mucho más que machacar botones. Esto es algo que nos ha encantado del juego y es que cada tipo de enemigo tiene unas habilidades particulares, por lo que deberemos adaptarnos a ellas para descubrir dónde están los huecos en su defensa y así poder desbaratarla. Por mucho que tengamos un musou en manos, hemos sentido que en prácticamente todo momento debemos ser conscientes de lo que estamos haciendo, desarrollar una estrategia y enlazar ataques efectivos para poder así asegurarnos una victoria más en cada misión que aceptemos.

Disponemos de distintos personajes jugables que van desde Link, Zelda e Impa a los cuatro elegidos y otros aliados que conocimos o fueron mencionados en Breath of the Wild. Cada uno de ellos presenta un tipo de habilidades distinto y se especializa en el uso de un arma u otra. Por ello, no hay dos iguales y dependerá de nuestros gustos personales el escoger un plantel de héroes u otro en el momento de decidir (en las misiones en las que se nos presente tal elección, al menos) cómo conformar nuestro plantel de protagonistas controlables. A pesar de que solo podemos llevarlos de uno en uno, tendremos la opción de mandar al resto del equipo que se dirijan a un lugar determinado a enfrentarse a un boss, por ejemplo, para poder conseguir así que no se paren en ningún momento y funcionen de forma autónoma, además de poder cambiar a su control a voluntad.

Todo esto, sumado a un abanico de ataques especiales y a poder usar la Piedra Sheikah para usar habilidades como bombas, el imán y paralizar o congelar a los enemigos, nos servirán para disponer de mucho más que nuestra espada, lanza, martillo o arma en general para atacar y defendernos. Además, también hay disponible un modo cooperativo por si queremos que alguien nos ayude a completar una batalla que nos está costando especialmente o tan solo por el mero hecho de disfrutar codo con codo junto a un amigo o amiga.

No podemos cerrar este apartado sin mencionar el control de las Bestias Divinas. Mientras que en Breath of the Wild nuestro objetivo era entrar a su interior para desactivar sus mecanismos de defensa y lograr así “calmarlas”, en Hyrule Warriors podemos ponernos en la piel de cada uno de los elegidos y pilotar estas enormes máquinas ancestrales. Siguiendo un recorrido lineal, debemos acabar con miles de enemigos usando los láseres y el resto de armas disponibles de Vah Naboris, Vah Medoh, Vah Ruta y Vah Rudania.

En líneas generales, hay un buen equilibrio entre batallas y acción respecto a argumento y cinemáticas. No sentiremos en ningún momento una sensación de repetición excesiva, ya que cada batalla tiene algo distinto y podemos alternar las secundarias y de entrenamiento con las de la historia principal para asegurarnos así de que Hyrule Warriors se siente fresco en todo momento. En general, es un contenido mucho más orientado a los fans de la franquicia y a los que jugaron a Breath of the Wild, ya que a pesar de tratarse de una "precuela" habrá determinados detalles que no pillaremos si no hemos jugado previamente al título principal.

Apartado técnico, gráfico y sonoro

Gráficamente Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo está un punto por debajo de BotW. Encontramos determinados elementos que podrían estar más pulidos como picos de sierra en los personajes (se vislumbran especialmente al realizar una captura de pantalla y ampliar un tanto la imagen). Todo esto se traslada también al apartado técnico, dónde el título flaquea más. Las caídas de frames son algo habitual sobre todo en las paleas más multitudinarias, dónde aparecen cientos de enemigos en pantalla y, ante un poderoso ataque, se congelan durante unas milésimas de segundo antes de volver a presentar unas animaciones fluidas.

Sin embargo, no se trata de bugs graves que no puedan ser arreglados con la llegada de futuros parches. Lo que sí debemos tener en cuenta es que el rendimiento y capacidades de Nintendo Switch es limitado, por lo que existen ciertas barreras que no podrán recibir mejoras a menos que la compañía nipona saque eventualmente una versión Pro de su consola, algo de lo que todavía no tenemos indicios pero que no sería descabellado pensar en plena era de nueva generación.

Por último, el apartado sonoro de la obra destaca por una BSO mágica compuesta por temas orquestados que ya conocemos de Breath of the Wild y otros nuevos creados especialmente para la ocasión. A la música se le suma un plantel de voces en español muy logrado que se mantiene respecto al título original. Gracias a ello podremos disfrutar de escuchar hablar a Zelda y a los Elegidos (no a Link, ya que mantiene su eterno voto de silencio como buen héroe protagonista que es) en escenas que nos acabarán tocando la fibra sensible.

En definitiva…

Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo es una obra imprescindible para todo fan de la franquicia The Legend of Zelda que se precie. Funciona para colocar la pieza del puzle que faltaba en los eventos previos a Breath of the Wild y así nos permite descubrir de primera mano qué ocurrió antes de que el caos asolara el reino de Hyrule. Mientras esperamos a la llegada de la secuela, este musou a cargo de Koei Tecmo es el aperitivo perfecto para deleitarnos mientras controlamos a los Elegidos y a las Bestias Divinas, disfrutamos de sus habilidades especiales y nos emocionamos con escenas cinemáticas que apuntan directamente al corazón.

Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch gracias a un código digital proporcionado por Nintendo