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Los leoneses de Ratalaika Games continúan sumando y siguiendo con numerosos proyectos independientes que les alzan como una alternativa más que interesante para el panorama de los videojuegos. Trayendo propuestas muy alejadas del videojuego actual, apuestan por jugabilidades más clásicas o por traer títulos que habían sido olvidados por muchos y recordados por otros. Muchos pasarán de largo y otros tantos apreciarán la llegada de shoot'em ups como del que hoy os hablamos, que llega varias décadas después desde su lanzamiento en Mega Drive y debuta en muchos sistemas para rememorar viejas partidas.
Desde un primer contacto con Gynoug, título del que os hablamos hoy, nos trae muchos recuerdos de títulos del género en dos dimensiones y que encandilaban a muchos jugadores en la década de los 90. Quien no se acuerda de clásicos como R-Type, Axelay o Ikaruga entre otros. Juegos que, sin una trama muy extensa, realmente en muchos casos era incluso lo de menos, traían grandes experiencias cargadas de acción. Esto es por lo que quiso apostar en su momento Gynoug y por un factor nostalgia que han querido aprovechar los paisanos de Ratalaika Games con nuevas opciones como un rediseño en su interfaz con filtros de televisor de tubo, controles más precisos y sobre todo nostalgia retro.
Lo más interesante de esto es que la editora es ya una auténtica experimentada en traer remasterizaciones de juegos de Mega Drive a sistemas actuales. Ya lo hicieron con Greylancer y ahora Gynoug es una aventura que está a la altura y que resultará bien recibida a los jugadores más veteranos. De esta forma, con tan solo un par de segundos nos encontraremos en un auténtico shoot'em up digno de los noventa, conocido en tierras americanas como Wings of Wor y que fue desarrollado por el estudio Masaya. Su trama nos traslada a un mundo donde los UCCI están atacando a toda la humanidad a través de unas bestias que son lideradas por el Ángel Destructor Wor. Hacerles frentes con tus mejores armas y evitar su reinado del mal serán las principales bazas de un argumento que brilla por su sencillez.
Sin comerlo ni beberlo ya te encontrarás utilizando multitud de rayos, armas y habilidades para hacer frente a malvadas criaturas con formas de lo más endiabladas y mecánicas que habrá que aprender para salir indemne. Uno de los recursos más clásicos del género se encuentra patente, su gran dificultad y lo injusto de sus partidas. El fruto de la injusticia lo encontramos en perder todos los power-ups y habilidades recogidas durante el camino, obligando a repetir la fase desde el principio con lo más básico. Eso sí, estas son rápidas de recuperar y no llevará mucho tiempo, pero sí que a algunos usuarios más primerizos les parecerá injusto este punto, así como la presencia de pocas vidas extra. Eran otros tiempos y este tipo de mecánicas eran muy comunes en prácticamente cualquier título.
El arsenal que tenemos a disposición es muy variado, desde un disparo básico muy débil, aunque rápido y otros endiabladamente veloces que echarán a bajo cualquier fortificación o enemigo por delante. Rayos que recorren más espacio e incluso un material parecido a las burbujas serán parte de la estrategia con los que derrotar a enemigos y jefes finales.
Antes mencionábamos lo injusto que es Gynoug a la hora de arrebatar los power-ups al perder en un nivel, pero rompemos una lanza en su favor en lo bien equilibrado que está en cuanto a la disposición de los rivales. Estos realizan formaciones lógicas, siendo en líneas o con figuras sencillas, que a pesar de ser difíciles de esquivar en algunos casos sí que es posible hacerles frente y no un imposible como en el género bullet hell. Estos, en muchas ocasiones, requerirán de reflejos y toda la pericia posible para acabar con ellos sin sufrir ningún tipo de daño.
Eso sí, Gynoug no tiene piedad en cuanto a la curva de dificultad, siendo complejo y obligando a la prueba y error en sus niveles durante muchas ocasiones. Una de las peculiaridades de Gynoug también eran los tipos de ataques con los que porta nuestro protagonista, teniendo poderes ofensivos con los que usar diferentes armas y otras defensivas con las que cubrirte durante unos breves segundos. Hacer especial mención a la gran rejugabilidad de la que hace gala, teniendo un contador de puntuación que irá sumando puntos a medida que se vayan derrotando enemigos y retando a los jugadores a pasar las fases una y otra vez, sin perder vidas y obtener el mejor de los récords. Por último, destacar una función novedosa incorporada en esta versión, la opción de volver unos segundos atrás en el tiempo para evitar perder una vida. Algo necesario para nuevos jugadores pero que resta gracia a la aventura.
Estéticamente, se ha hecho un muy buen trabajo en traer este clásico a las consolas de pasada y nueva generación, así como a los PC, luciendo completamente en alta definición y sin prácticamente ningún error. Los modelados de los enemigos y escenarios se han suavizado mucho, sin lucir formas dentadas ni desenfocadas, algo complicado de lograr y a lo que se ha puesto especial mimo. Los fondos cuentan con multitud de detalles en los que fijarse, siendo figuras pixeladas con efectos muy bonitos y atractivos. Hacer especial mención a que se mueve a 60 frames por segundo y sin ralentizarse en ningún momento, a pesar de la gran cantidad de elementos que se cargan en pantalla al mismo tiempo. También destacar su banda sonora, un clásico con música chiptune con ritmos pegadizos y que trasladan eficientemente a la adrenalina y acción.
Gynoug llega como una correcta remasterización a consolas y PC. Es un título lanzado hace casi tres décadas en Mega Drive y ha envejecido bastante bien, además del buen lavado de cara que Ratalaika Games ha sabido darle. Este tiene muchas cosas positivas, pero lo mejor de todo es su precio, no sobrepasado los 5.99 euros y dando partidas retro y muy rejugables. Si eres un fanático de los shoot'em up retro, debemos decirte que estás ante una gran compra.