Análisis de Faraday Protocol: ecos de Portal en un juego de puzzles muy original

  • Un juego de puzzles independiente que nos ha recordado mucho al mítico Portal de Valve, pero con su propio estilo

  • Enfréntate a puzzles cada vez más complejos en un entorno futurista y art decó

El videojuego independiente está repleto de ideas, así nos lo ha mostrado desde hace algo más de una década, tiempo en el que entraron directamente en escena en las consolas y PC. Con el paso de este tiempo hemos visto como muchas desarrolladoras han querido experimentar muchos tipos de mecánicas, entre ellas las de puzzles, proporcionando experiencia muy enrevesadas y entretenidas. Hacía mucho tiempo que no veíamos un ejemplo acertado de la exploración y los rompecabezas de Red Koi Box y Deck13, creadora de este título, nos ha vuelto a demostrar que poco tienen que envidiarse a los grandes y a los AAA con un género aparentemente olvidado.

La historia de Faraday Protocol nos pondrá en la piel del arquitecto Raug Zeekon, autodenominado como un auténtico buscador y explorador de la galaxia, se encuentra investigando una serie de antiguas ruinas alienígenas que podrían ser la pista definitiva para descubrir una raza desconocida y en evolutivamente desarrollada. A medida que avance la trama, se encontrará que se encuentra en un lugar excesivamente extraño que pondrá a prueba sus capacidades y del que no puede escapar. Un complejo repleto de pirámides y encerrado por una barrera es el rival a superar, dentro del cual habrá que resolver una serie de acertijos que esconden tras de sí un gran misterio.

Esencia de Portal a lo 'art decó'

Uno de los principales atractivos de Faraday Protocol es contar con una jugabilidad en primera persona y con la presencia de acertijos que comienzan siendo muy sencillos y cuya dificultad se irá incrementando hasta llegar a una buena cota de desafío. Estos irán ascendiendo poco a poco a lo largo de la aventura, además de experimentar e innovar con sus mecánicas, proporcionando algo nuevo dentro de la partida. Además, estos funcionan haciendo uso de la lógica, por lo que no habrá que recolectar pistas ni mucho menos objetos para resolverlos.

El título se encuentra estructurado por capítulos, llegando a un total de seis, e introduciendo un total de 30 puzzles cuya estructuras y mecánicas son totalmente innovadoras. Estos se encuentran además envueltos por una trama en la que se hace hincapié en muchos puntos como lo son las inteligencias artificiales y la tecnología futurista. Esto queda ensalzado por el continuo seguimiento de una inteligencia que recibe el nombre de IRIS, algo que nos ha recordado en cierta medida a GlaDOS pero con un toque mucho más serio.

Poniendo sobre la mesa el nombre de Portal, su forma de jugar es muy parecida al clásico de Valve. Portando una pistola que es capaz de lanzar dos rayos de colores, uno con tonalidad roja y otra azul. El primero de ellos proporciona la posibilidad de dar energía a cualquiera de los objetos que permitan obtenerla mientras que el segundo ayuda a interconectar secciones, dotándolos del poder para que se encuentren activos o incluso se altere su funcionamiento. Aparentemente estas dos funciones pueden quedarse algo cortas pero la profundidad que la desarrolladora ha sabido otorgar es muy interesante, con dinámicas en las que desactivar botones, unirlos con otros o mover plataformas y bloques para continuar avanzando en estas fases.

Dos rayos de colores y profundidad en sus puzzles

Un pequeño hándicap es que el arma del protagonista únicamente permite almacenar en su interior un núcleo de energía, es decir un disparo de color azul o rojo por vez, por lo que habrá que exprimirse el coco para descifrar el orden con el que interactuar y resolver los puzzles. La secuencia correcta de estos es la principal clave para salir airosos de unas fases que se irán complicando poco a poco y llegando a ser desafiantes, pero no desquiciantes. Pero esto no es sota, caballo, rey almacenando los núcleos que el juego nos dé, teniendo en acción una serie de tótems en los que almacenarlos de forma temporal y obteniendo el color que nos venga mejor en un momento adecuado y utilizar otro cuando sea necesario.

Los puzzles, como ya hemos mencionado anteriormente, introducen múltiples variables para hacer la aventura principal mucho más entretenida. De esta forma, contamos con dispositivos que se irán encendiendo con luces o símbolos, capaz de abrir puertas, activar un ascensor o mover una plataforma y que nos sirvan para avanzar. Puede darse el caso de que estas, una vez activadas y utilizadas ya no nos sirvan, por lo que obtener el núcleo de poder y desactivarlas proporcionará una bala más en la cámara para continuar resolviendo otro puzzle. También se encuentran puentes de un color concreto, lo que obligará a disparar para que este sea totalmente transitable durante unos segundos. Las dinámicas son varias y a pesar de que algunos utilicen un mismo concepto terminan siendo completamente diferentes, haciéndose algo más complicados o rebuscados.

Explora y encuentra objetos ocultos

La exploración es otro de los factores clave, por lo que es muy aconsejable que cuando el jugador se encuentre totalmente perdido en una de las cámaras se fije en todo lo que encuentre a su alrededor, pudiendo encontrar un lugar al que disparar o dar lógica al puzzle. Por otra parte, unos son muy sencillos y obvios, así como otros radican en la lógica, siendo muy satisfactorios a la hora de ser resueltos. Si los puzzles no fueran suficientes, Faraday Protocol introduce dentro de este mundo un total de 18 estatuas que han sido escondidas y que hacen las veces de coleccionable. Esto proporciona también un aspecto para jugar de nuevo estas fases, además de incorporar un menú con el que seleccionar el puzzle deseado y probar las mecánicas en el momento que se desee.

En materia técnica, hemos de decir que Faraday Protocol cuenta con unos diseños de escenarios en los que el futurismo y el art decó son sus principales protagonistas. Para que os hagáis una idea, parece que se han tomado como referencias juegos como Talos Principle. Estos tienen una extensión muy amplia para dar vida a sus complejos puzzles, escondiendo secretos en muchos de sus rincones y proporcionando un espacio con el que moverse con libertad. Se han logrado unos eficientes efectos de luces y sombras, al igual que una gran fluidez y rapidez en sus momentos lo cual hace que la experiencia del juego sea mucho más activa. La banda sonora es meramente anecdótica, teniendo temas orquestados en momentos puntuales y en las que el silencio será muy habitual dentro de los puzles. Cuenta con un eficiente doblaje al inglés con buenas actuaciones y textos de pantalla al castellano.

En definitiva…

Esto es todo lo que da de sí Faraday Protocol, que ya se encuentra disponible en consolas y PC con una premisa de puzzles muy entretenida, una trama interesante que acompaña y guarda muchos secretos, así como una dificultad creciente y que resultará desafiante de cara a la parte final de la aventura. Su duración es de alrededor de seis horas, pero es completamente rejugable y a través de sus coleccionables en forma de estatuillas ocultas proporcionan aún más tiempo de juego. Si eres un amante de los títulos de puzles y te encandiló Portal, estas ante una opción más que interesante.