Análisis de Asterix & Obelix XXXL: The Ram from Hibernia: ¡están locos estos romanos!

Los galos preferidos del cómic francés vuelven al mundo de los videojuegos tras un año de ausencia. Asterix & Obelix XXXL: The Ram from Hibernia es un juego especial, sobre todo para jugar en compañía y de forma cooperativa. Microids ha aprovechado todo lo bueno de la franquicia y lo ha querido al máximo para ofrecer una aventura que, aunque divertida es de una duración algo corta y con poca profundidad, pero con ese ápice y componente de diversión que lo hace una buena alternativa para jugar en familia o con amigos.

Su historia nos propone nuevamente ponernos en el papel de Asterix y Obelix que tendrán que enfrentarse nuevamente a la amenaza romana, aunque fuera de la Galia, sino en la región de Hibernia donde da comienza nuestra aventura. El jefe de esta región cuenta con un carnero de cuernos dorados, quien dicen en ese lugar que trae la buena fortuna y les permite defenderse de los romanos. Un día, este desparecerá y llevará a la tristeza a su líder quien deja que las tropas del César se hagan con este lugar. Es el momento en el que Asterix y Obelix se unan a nuevos amigos y hacer lo que mejor les da, golpear romanos.

Una de las principales peculiaridades de Asterix & Obelix XXXL: The Ram from Hibernia es un juego destinado totalmente al cooperativo, aunque también totalmente disfrutable en el caso de que quieras jugarlo de forma individual. Las partidas transcurren con una vista aérea cenital en fases prácticamente lineales en las que se deben cumplir una serie de sencillos objetivos y alguna que otra misión secundaria. Esta vista de forma aérea no solo permite identificar donde se encuentran los objetivos enemigos, sino que permite además disponer de la suficiente pantalla para que los hasta cuatro jugadores disponibles luchen e incluso colaboren.

El sistema de combate es francamente sencillo, consistente en tres acciones: un ataque rápido y poco efectivo que permite golpear para salir del paso y no perder puntos de vida, uno más fuerte que tiene la posibilidad de aturdir y otro que lanzará por los aires a los romanos. Al mismo tiempo, a medida que se encajen ataques se cargará un ataque devastador que durante unos segundos volverá inmune al personaje y atacará de forma constante. En el transcurso por Hibernia se tiene acceso a media docena de ubicaciones donde derrotar romanos de forma constante, en algunos momentos haciéndoles frente en una especie de modalidad horda donde habrá que destrozar las tiendas enemigas y posteriormente acabar con cualquiera que se cruce en tu camino.

Para ello no sólo se dispone de ataques físicos, sino que se incorporan toda serie de armas que recoger a lo largo y ancho del escenario. Desde lanzas, hachas o martillos hasta objetos tan absurdos como pescado que lanzar a varios metros de distancia. Estas mecánicas son bastante divertidas, sobre todo de forma cooperativa, pudiendo lanzar estas armas a otros compañeros e ir pasándolas. Los enemigos no cuentan con patrones de movimientos realmente exigentes, pero sí lo suficiente para desafiar y resultar entretenido. Estos ascienden en dificultad dependiendo de su rango, siendo más duros los centuriones que los soldados, por ejemplo.

A pesar de que los niveles pequen de cierta linealidad incorporan una serie de puzles con botones y sistemas de poleas que resolver con otro personaje. Estos no tienen una gran complejidad, obligando a Asterix a apoyarse en zonas en los que haya que tener poco peso y que Obelix lo propulse o incluso abrir puertas desde zonas que aparentemente son inaccesibles sin su colaboración. Cómo mencionábamos anteriormente, siempre es mucho más sencillo y divertido en compañía dado que es más fácil resolverlos que estar cambiando constantemente entre uno y otro. Es una forma eficiente de poder jugar el título de manera individual pero no tan divertida.

A lo largo de los niveles se tienen una serie de misiones que cumplir consistiendo en su mayoría derrotar a todos los enemigos y acabar con el jefe de esa zona. Por otra parte, se rompe un poco esa rutina teniendo otros objetivos como interactuar con aldeanos o personajes yendo de un punto a otro y desbloquear un objeto o un acceso. Al final de cada fase se proporcionarán una serie de hándicaps entre los que destacan el tiempo que se ha tardado en pasar el nivel, la puntuación y otro objetivo que suele alternar dependiendo de la fase. También se encuentran ocultos una serie de cascos romanos que a pesar de no ser excesivamente exigente encontrarlos dan otro aire divertido y que premian a aquellos que deciden explorar cada rincón de los escenarios.

Como en las anteriores entregas, Asterix & Obelix XXXL: The Ram from Hibernia apuesta por el estilo cartoon y modelados tridimensionales dentro de una vista cenital que permite localizar todos los elementos de un único golpe de vista y ayudar en las alocadas partidas cooperativas. El título rinde de forma eficiente en consolas, luciendo de forma colorida y con personajes con mucha personalidad e incorporando animaciones muy divertidas. Su banda sonora consiste en canciones con todo tipo de instrumentaciones de un corte celta permite meterse de lleno en los combates. Su doblaje al inglés, aunque desconocido para los jugadores de nuestro país, cierra su aspecto técnico.

Asterix & Obelix XXXL: The Ram from Hibernia es un videojuego entretenido, sobre todo si se juega de forma cooperativa con hasta cuatro jugadores con estos simpáticos galos. La puesta en escena es divertida y da la posibilidad de disputar alocadas partidas, aunque el problema lo encontramos en la linealidad de las fases que lo hacen excesivamente sencilla, una inteligencia artificial que en partidas individuales no apoya lo suficiente en los combates y la escasez de niveles lo hacen un título que se queda a medias. A pesar de esto, es un juego a tener en cuenta sobre todo para disfrutar en modo multijugador con los galos.

*Hemos realizado este análisis con una copia de Asterix & Obelix XXXL: The Ram from Hibernia para PlayStation 5 proporcionada por Meridiem Games.