Un trivial de colores baja la nota a una sobresaliente cena irlandesa en casa de José

José, el sugundo anfitrión de la semana, dirige un equipo de marketing vinícola y tiene clarísimo que haría si consiguiera hacer con el premio de los 3.000€ del premio. Está convencido de que no liga porque no tiene tableta ni pelazo y emplearía el dinero en una bonita melena. El anfitrión es toda una caja de sorpresas y nos ha confesado que su sueño frustrado es haber sido gogó en Ibiza.

José es un gran apasionado de los países británicos y ha querido sorprender a sus invitados con un menú en inglés y platos típicos de Irlanda. De primero ha preparado una ‘Seafood chowder’ (sopa de pescado), un estofado ‘Guinness beef stew’ como plato principal y una riquísima y cremosa ‘Apple pie’ de postre.

Los comensales estaban encantados con la sopa de pescado que había preparado José y estaban de acuerdo en que tenía un sabor delicioso, pero Lisseth ha tenido mala suerte y tras tragarse una espina, le ha tocado una almeja con más concha de lo normal y ha tenido la sensación de que su hígado no lo iba a resistir. A José no le ha sentado muy bien que Liss se quejara tanto, pero ha intentado ponerle humor a la situación.

Los invitados estaban encantados con la cena de José y estaban convencidos de que su final de fiesta también iba a ser de nota, pero Javier y Lisseth se han llevado una gran decepción. El anfitrión ha plastificado su salón para jugar a un trivial de colores y conseguir que todos se conocieran un poquito mejor. A Claudia le ha encantado la idea y que José le pintara los pechos, y Sonia se lo ha pasado pipa además, de alzarse con el premio del grial.