Luisa se encuentra cara a cara con la monja que la robó de los brazos de su madre biológica

  • Luisa nació en el año 1985 en Valencia y fue vendida a un matrimonio cordobés por un millón de pesetas

  • Sor Rosario fue la monja encargada de su adopción: "Aquí venían a dar a luz chicas que no querían a sus hijos, ninguna a venido a buscarlos"

  • Luisa le enseña a la monja los documentos de los pagos que sus padres adoptivos le hicieron: "Yo ya no me acuerdo de eso, hace mucho tiempo"

En nuestro país alrededor de 300.000 niños habrían sido robados durante décadas, 300.000 niños que habrían sido arrebatados a sus madres biológicas para ser entregados a personas importantes y poderosas en algunos casos, o a simples familias de clase media que no sabían de la trama que existía tras sus adopciones.

Es el caso de Luisa Bellido, una mujer que nació en Valencia el 10 de junio de 1985 y que, tras hablar con sus padres adoptivos, descubrió la escalofriante trama que se escondía tras su adopción. Luisa, a los pocos días de nacer, viajó hasta Córdoba para encontrarse con los que iban a ser sus nuevos padres: "Mi madre adoptiva quería una bebé y una vecina la puso en contacto con una monja, Sor Rosario, una religiosa a la que mis padres llegaron a pagarle hasta un millón de pesetas en distintas donaciones".

Luisa le ha explicado a Risto Mejide que existía una larga lista de solicitudes en la que se podía escalar puestos si se aportaba más dinero: "Mis padres nunca supieron que yo era una bebé robada, los pagos que mis padres les hacían eran supuestas donaciones para obras de caridad". La familia de Luisa e incluso ella estuvieron en contacto con la monja hasta que nuestra invitada cumplió 18 años: "Nosotros íbamos cada cierto tiempo a ver a Sor Rosario, incluso ella misma les pedía a las familias tener contacto con los bebés, mis padres estuvieron haciendo donaciones hasta que yo cumplí 12 años".

Luisa se reencuentra cara a cara con la monja que la robó

Gracias a la investigación de este programa, Luisa ha podido verse cara a cara con la monja implicada en su fraudulenta adopción, una mujer que roza los noventa años y que en todo momento niega que formase parte de una trama de robo de bebés: "Esas chicas venían aquí a dar a luz y no querían a sus hijos, las intentábamos convencer de que se quedaran con los niños pero no querían, bien sabe el Señor que lo que digo es verdad".

Sor Rosario no ha sido capaz de aclararle a Luisa los pagos que, con documentos que los prueban, sus padres adoptivos hicieron a la religiosa: "Yo ya no me acuerdo de eso hija, hace muchos años, ese dinero sería para pagar el parto y los gastos de la clínica", pero estas palabras no convencen a nuestra invitada: "Mis padres le estuvieron haciendo pagos hasta que yo tenía doce años y medio". La monja volvía a echar balones fuera: "Yo no recuerdo haber pecado".