"Disciplina, sinceridad y respeto": así funciona Barrio 18, una de las bandas criminales más temidas de Latinoamérica
"Es como matar cucarachas": el durísimo testimonio de un pandillero de Barrio 18 en 'Territorio Pampliega'
Antonio Pampliega es testigo de un robo en plena grabación en San Pedro de Sula, la ciudad más peligrosa de Honduras: "¡Síguelo, síguelo!"
Antonio Pampliega se ha adentrado en la última entrega de 'Territorio Pampliega' en uno de los sectores más peligrosos que hay en todo Honduras, dominado por Barrio 18, también conocida como Pandilla 18, una de las bandas narcocriminales más temidas de Latinoamérica y una de las más numerosas del hemisferio occidental. La tensión ha sido total desde el primer momento, puesto que primero ha tenido que ir a supervisar que era una "zona segura" Paulo Cerrato (periodista que ha acompañado al presentador en gran parte de su grabación en Honduras) para después ya sí acudir a la zona en cuestión tanto Antonio Pampliega como todo el equipo de 'Territorio Pampliega'.
"Es un sector conflictivo. Nadie puede grabar hasta que yo autorice", le señalaría el periodista al presentador antes de coger el coche para ir al sector. El contacto con uno de los pandilleros de la banda ha llegado a través de un pastor que conoce el periodista y que asesora psicológicamente y a nivel mental a varios miembros de Barrio 18, por lo que toda la 'confianza' estaba depositada en él. "Nos vamos a meter en la boca del lobo", señalaría Antonio Pampliega instantes antes de reunirse con el pandillero.
Posteriormente, Antonio Pampliega y todo el equipo de Cuatro han sido escoltados hasta el lugar de la entrevista por unos pandilleros armados. Ya en el lugar de la entrevista, Antonio Pampliega le ha realizado todo tipo de preguntas al pandillero de Barrio 18, que se hace llamar bajo el sobrenombre de 'Perverso' con la finalidad de no desvelar su identidad. Este joven de 24 años entró con 12 años a Barrio 18 porqque, según él, "está en un país (Honduras) en el que la gente no mira a uno... entonces decidí estar en la calle".
"Es como matar cucarachas"
"Somos una familia muy grande, basada en la disciplina, sinceridad y el respeto. Para entrar he tenido que matar. Si viene alguien y le veo un teléfono, tengo que quitárselo y matarlo. He perdido la cuenta de los que he matado. La primera fue una mujer que la capturamos de otro sector", señala el pandillero, tras lo que confiesa que cuando mata, al principio, huele a sangre, pero posteriormente ya "es normal. Es como matar cucarachas".
Sobre la diferencia que hay entre Barrio 18 y la Mara Salvatrucha, señala que ellos "no roban en el mismo sector y no violan. El Barrio 18 es como una epidemia. En todos los lados están. Y ellos pagan un impuesto revolucionario, como un impuesto de guerra". Y subraya que los policías hondureños son "unos ladrones". En resumen, se siente "bien y normal" perteneciendo a Barrio 18, pero reconoce que no quiere "esa vida para sus hijos".
"No queremos tregua con nadie. Del barrio se puede salir, tal vez muerto...", concluye el pandillero en 'Territorio Pampliega'.
