Así fue la compleja operación policial conjunta que logró desarticular la banda de Casper: "Él jamás pensó que iba a caer"

En 'Casper, el último padrino' recuerdan cómo consiguieron detener a Casper y los integrantes de su banda
Así se comportaba Ángel Suárez, alias Casper, en la cárcel de Soto del Real: "Su aura hacía que tuviese muchos conflictos"
Casper queda en libertad con cargos tras ser pillado e imputado en un intento de cobrar una deuda en Córdoba. Sin embargo, los cuerpos de seguridad se quedan con 'la mosca detrás de la oreja' al intuir que ese dinero que había prestado iba para comprar y vender droga. Es en este momento en el que empiezan a estrechar el cerco en su investigación pues se obtienen distintos datos de interés que lo vinculan a él y otras personas con el narcotráfico.
Tras mantener unas reuniones de coordinación entre Guardia Civil y Policía Nacional donde decidieron aglutinar toda la información que ambos cuerpos poseían para poder llevar a Casper y todos los miembros de su organización al banquillo, descubren cómo parte de su banda viaja hasta Torrevieja para hacerse con más de 1.000 kilos de cocaína.
Ángel Suárez, al venderlos en el mercado negro, se hace de oro de nuevo y empieza a "despilfarrar", haciendo unos movimientos que generan graves sospechas de dónde se ha llevado a cabo el intercambio. También fue clave cómo uno de los integrantes desveló por teléfono a su pareja todo lo que estaban haciendo para blanquear el dinero rápidamente, entre otras cosas.
A raíz de este momento desplegaron toda la vigilancia, seguimientos, controles de actividades posibles para pillar a Casper y los miembros de la banda y llegar a conocer todos sus movimientos, desplazamientos y su modus vivendi. Así fue como consiguieron la información que les permitió proceder a su detención en mayo de 2011.
La detención de Casper y su banda en mayo de 2011
Durante una madrugada de mayo de 2011 se llevó a cabo una compleja operación para detener a Casper y su organización, lo que supuso otra gran cantidad de detenciones simultáneas en distintas localidades de la geografía española además de otros tantos registros en viviendas y locales pertenecientes a la banda. De ahí viene la gran complejidad de coordinar a todas las autoridades judiciales policiales.
"Él no se lo espera porque a ninguno de sus miembros le han dado opción de que le puedan avisar y si lo hubieran avisado, no lo hubieran encontrado. Lo último que se esperaba Ángel en ese momento era caer", apunta Cruz Morcillo en el documental.
Según informa un agente de la Guardia Civil anónimo, quien entró en la casa de Casper en Majadahonda donde también se encontraba su pareja, Ángel Suárez le dijo nada más entrar: "Llama al abogado que ya están aquí los que estábamos esperando". Allí encontraron cierta cantidad de dinero en efectivo, ropas de lujo... pero no vieron elementos incriminatorios, tal y como esperaban por su obsesión por la seguridad.
Mantenía una actitud 'chulesca'. "Nos comentó que sí que tenía que ser importante para conseguir que unificasen Guardia Civil y Policía Nacional", apunta el testigo. Un comportamiento y postura analizada por la psicóloga en el documental: "No era una mirada potente, era una mirada desafiante, de agresión, de animal herido de 'Yo no me voy a quedar aquí'. Cuando un psicópata está frustrado, herido y acorralado... Cuidado".
