David, un niño mimado con madre tarotista en busca de la carta del amor
Trabajador, perfeccionista, tranquilo e incluso demasiado bueno. Así se define David, un treintañero decorador de interiores. Su madre, además, dice que es muy afectivo y algo reservado, lo que provoca que le cueste acercarse a las chicas. David adora vivir con ella, y mantiene una estrecha relación que para algunos roza la dependencia. Admite que ella le hace prácticamente todo y que influye en él más de lo que le gustaría. David quiere enamorarse y busca una mujer independiente y que sea muy limpia. No soporta a las chicas que no se asean.
