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La sensual Houda, bisexual declarada, se dejó llevar por los dedos expertos de Melania. Su cara era un poema mientras su contrincante y sin embargo amiga la liberaba de las tensiones del día a día. Terminado el masaje, se pusieron a comparar sus pechos, valorando a cuál de las dos la habían dejado mejor en el quirófano. Y en esas estaban cuando apareció Mari Carmen. ¡Quién sabe que se imaginó la pobre! “Yo ciertas cosas en mi casa no las permito, y punto”, sentenció indignada.










