Las madres descubren reveladores secretos de los pretendientes de sus hijos

cuatro.com 06/02/2012 15:54

Amanece en ¿Quién quiere casarse con mi hijo? después de la primera salida nocturna de los solteros con las candidatas/os, y las madres aprovechan el desayuno con sus retoños para sonsacarles todos los detalles posibles de lo acontecido la noche anterior.

Ellos ya han podido conocer a los aspirantes un poco más. Ahora el gran momento de las madres ha llegado: pasarán una jornada a solas con las candidatas/os para poner a prueba a los pretendientes y conocer algo más de ellos/as.

El sueño de Pilar siempre ha sido casar a su hijo por la iglesia. La madre de Daniel lleva a las aspirantes a una tienda de vestidos de novia para comprobar cuál es el estilo de cada una, cómo les quedan las prendas y cómo se sienten con ellas. Durante la salida, Pilar trata de limar asperezas con alguna de las candidatas, ratifica su antipatía por alguna otra y se da cuenta de que, al menos por el momento, ya tiene una clara favorita. Por su parte, Julia decide salir a pasear con las chicas por el Madrid de los Austrias para conocerlas mejor, momento en el que advierte que a alguna de las candidatas no le gusta que David sea stripper y que intentaría convencerle para que dejase el mundo de la noche. Julia marca entonces territorio y hace valer su posición: ella es la mujer que más y mejor conoce a su hijo y no está dispuesta a que nadie quiera cambiar la forma de ser o de vivir de él. Además, se siente orgullosa de que David, además de químico, sea stripper, y una de las condiciones imprescindibles para contar con su beneplácito es que la chica elegida acepte el modo de vida de su retoño.

Toya lo tiene muy claro: la apariencia física de toda mujer es fundamental. La madre de José Luis, admite haber pasado por quirófano en numerosas ocasiones y sostiene que si cuando alguien está enfermo visita al médico, cuando alguien tiene imperfecciones debería acudir a un cirujano para corregirlas. Es por eso que Toya decide exponer a las candidatas al examen de un profesional de la cirugía para que opine sobre qué partes del cuerpo retocaría. Para Rosi, una de las virtudes esenciales que ha de tener la chica que conquiste a su hijo es saber cocinar. La madre de Rubén decide comprobar cómo se manejan las candidatas entre fogones y les pide que hagan el postre favorito de su niño: un tiramisú. Así podrá comprobar quién tiene verdadera mano en la cocina y a quién se le nota que no se ha puesto un delantal en toda su vida. Por su parte, Mª Carmen está convencida de que su hijo necesita a todo un manitas en casa: Luis Ángel es demasiado refinado y no se maneja bien cuando algo se estropea. La exigente madre decide someter a los candidatos a diferentes pruebas para saber cómo se desenvuelven en casa y para conocerlos más profundamente.

Las madres han cumplido su primer objetivo: acercarse a quienes quieren conquistar a sus “pequeños” y tomar nota de cualquier detalle para ayudar a sus hijos a elegir la mejor de las opciones. Lo que no tienen tan claro es si ellos aceptarán todos sus consejos o si harán oídos sordos cuando lo que escuchen no les interese.

Después de los encuentros entre las madres y las futuras nueras y yernos, los solteros tienen una nueva oportunidad para estar a solas con quienes buscar conquistar su amor. Surgen las primeras lágrimas, las primeras peleas, los celos y la decepción de algún soltero ante alguna de sus candidatas.

SECRETOS

Mientras tanto, las madres viven uno de sus momentos más importantes desde que iniciaron la búsqueda del amor: van a descubrir un insospechado secreto de dos de las candidatas que cada una de ellas elijan. Un secreto que, en algún caso, puede ser tan duro para ellas que cambie el rumbo de la aventura o de la relación con sus hijos. Algunas, querrán saber algo más de sus candidatas preferidas por si esconden algo que pudiera perjudicarles en el futuro. Otras, preferirán descubrir el secreto de aquellas que menos les gustan para ratificar su antipatía hacia ellas. ¿Utilizarán estos secretos como arma para el futuro o callarán lo que no les interese para llevar a sus hijos a su terreno?

Llega el momento de las expulsiones. Tras un intenso debate entre madres e hijos, los solteros de ¿Quién quiere casarse con mi hijo? deberán eliminar a dos de las candidatas/os. Algunos de ellos desoirán los consejos de su madre. Otros, sin embargo, pese a estar fascinados con alguna de las candidatas, no acaban de romper el cordón umbilical y aceptan la opinión de sus madres. De lo que no hay duda es que ninguna de las eliminaciones dejará indiferente. Tras las expulsiones, quedan 4 candidatos/as para luchar por el amor de los solteros. Próxima parada: territorio hostil. Las pretendientas/os harán las maletas para convivir durante varias semanas en casa de las madres ¿serán capaces de adecuarse a las normas de las que pueden convertirse en sus suegras? ¿Surgirán conflictos entre las candidatas/os? ¿Sabrán los solteros manejar la situación y hacer sentir a sus pretendientes como en casa? ¿Comenzarán a aparecer los primeros síntomas de amor?