Cuatro razones por las que conocer Tokio, Ámsterdam y la región de Huesca

  • Planes Cuatro propone cuatro razones por las que debes añadir a tu lista de viajes la extravagante metrópoli de Tokio, la acogedora ciudad de Ámsterdam y los rincones naturales de la región de Huesca

¡Apunta, apunta! Si eres un auténtico fanático de los viajes y te gusta conocer nuevas culturas, no te olvides de apuntar estos nuevos destinos: Tokio, Ámsterdam y Huesca. Para más información sobre los vuelos o donde alojarte en estos lugares puedes visitar nuestra página web de Planes Cuatro, donde encontrarás un catálogo completo ¡para todos los gustos!

Luces de neón, templos y santuarios en Tokio

Tokio, capital de Japón, es una ajetreada metrópoli en la que modernidad y tradición se fusionan en un emplazamiento único. Actualmente es considerada como la ciudad más poblada del mundo, con más de 37 millones de habitantes. Tokio se identifica como el centro político, económico y cultural de Japón, además de estar a la vanguardia en el sector tecnológico.

Uno de sus principales atractivos turísticos consiste en observar la panorámica de la ciudad desde alguno de sus rascacielos, como la Torre Tokio o Tokio Skytree, que cuentan con miradores espectaculares en los que contemplar Tokio en todo su esplendor, especialmente al caer el sol. Por otro lado, os recomendamos visitar el barrio de Shibuya, uno de los lugares más transitados de Tokio en el quedarás asombrado por los cientos de llamativos anuncios luminosos.

Odaiba, en la bahía de Tokio, es una isla artificial que se construyó durante el periodo Edo por el Shogunato Tokugawa en ell 1.853 para defenderla frente a enemigos. La isla posee algunas atracciones como el centro comercial DiverCity, el Museo Miraikan (Museo del Futuro) o las vistas al famoso puente Rainbow Bridge.

Por último, si quieres conocer la cultura original japonesa y adentrarte en su cara más tradicional tienes que visitar el templo Sensoji en el barrio de Asakusa, considerado el templo budista más antiguo de Tokio.

Ámsterdam, ‘La Venecia del norte’

La ciudad de Ámsterdam, capital de los Países Bajos, es considerada como ‘La Venecia del norte’ por los innumerables canales que surcan toda la ciudad. En ellos, las casas flotantes se imponen como pequeños rincones que otorgan un encanto especial a la ciudad.

Por otro lado, la ciudad es un diamante cultural en el que están emplazados museos que albergan importantes obras pictóricas como el Museo de Van Gogh, con una extensa colección del pintor holandés y el Rijkmuseum, repleto de admirables obras de Vermeer, Rembrandt, Frans Hals y Jan Steen. Otra visita curiosa para los amantes del arte y la historia es La Casa Museo de Ana Frank.

En el Mercado de las flores flotantes, el más famoso de la ciudad, está situado sobre barcazas atracadas a lo largo de las orillas del canal Singel. Este lugar es el perfecto para comprar flores y plantas, en especial los tulipanes, símbolo indiscutible de la ciudad. Sin embargo, si realmente quieres contemplar los tulipanes en su máximo esplendor, deberás alejarte de la urbe y adentrarte en los campos de tulipanes (la temporada se extiende desde finales de marzo hasta mediados de mayo), los cuales forman una preciosa postal llena de colores.

La mágica región de Huesca

Huesca es uno de esos lugares que ¡sorprenden a cualquier viajero! En el programa anterior te mostrábamos la singular región de los Monegros, un lugar ideal para realizar rutas en bicicleta y disfrutar de sus curiosas formaciones rocosas. Contrastando con esta esteparia región, encontramos el norte de Huesca, donde los bosques de hayas y abetos inundan la zona.

El bosque de Gamueta, en el valle de Ansó, es el mayor bosque de este tipo de árboles de todo el Pirineo aragónes. Este refugio para animales y plantas en peligro de extinción reúne el mayor conjunto de árboles monumentales de Aragón. Por otro lado, en el Parque Natural de los Valles Occidentales, que posee una extensión de 27.000 hectáreas, podrás recorrer senderos totalmente mágicos.

En Huesca también podrás disfrutar de algunos de los pueblos más bonitos de España, como el pequeño pueblo de Ansó, en el que te trasladarás al pasado en un entorno rural en las alturas cuyo único sonido que escucharás es el aleteo de los pájaros. Un lugar ideal para relajarte, caminar por sus calles de piedra y saborear la rica gastronomía aragonesa.