El grave episodio de violencia que sufrió Cristina Fallarás en la puerta de su casa: "Rascaron con una navaja una cruz y mi hija menor estaba dentro"

Cristina Fallarás, periodista y escritora feminista española, ha señalado en 'Otro enfoque' que ya no tiene redes sociales debido a los continuos insultos y descalificaciones que sufre. Y es que si alguien ha sido víctima de la 'machosfera' ha sido Cristina Fallarás: "No conseguí volverme impermeable. Constantemente ser llamada gorda, fea, borracha, guarra, vieja, sucia... todo el rato, cada minuto leer eso sobre ti misma te modifica y te hace peor. Y te hace sentirte mal constantemente".

Y lo que es peor. Todos estos 'insultos virtuales' pasan de la pantalla a la vida real, algo que vivió en sus propias carnes la periodista y escritora española. En resumen, la violencia pasa de ser virtual a física. Cristina Fallarás ha recordado el primer episodio que sufrió de violencia en Madrid: "Venía andando hacia mi una señora. Cuando pasó por mi lado, me dio en el hombro y me tiró al suelo. A partir de ahí me di cuenta de que acababa de cambiar algo. A partir de entonces me escupían a diario".

Cristina cuenta en 'Otro enfoque' que tomó una decisión: "Dejé de salir con mis hijos a la calle". Todo esto fue a más, según Fallarás. La violencia llegó, nada más y nada menos, que hasta la puerta de su casa: "Empecé teniendo un grupo de tíos que en la acera de enfrente de mi portal que me esperaban cada día. No sabía lo que iban a hacer". Además, un día recibió en el buzón de su casa un mensaje: "Te vamos a matar. También había una imagen mía como si me hubieran decapitado. Eso se lo mandaron a mis hijos por distintas redes sociales y llegó a su colegio".

Pero la pesadilla para Cristina Fallarás no acababa aquí: "Un día por la tarde llegaron a la puerta del piso y rascaron con una navaja una cruz en la puerta de casa. Aquello me sacó de quicio. Lo denuncié a la policía y no hicieron nada, algunas veces se rio de mi. Cuando hicieron la marca, mi hija estaba dentro. Me planteé qué hubiera pasado si llegase a abrir la puerta. Me tuve que cambiar de casa y de barrio. Es tremendo".