El consumo creciente de los alimentos ultraprocesados está relacionado con el aumento de enfermedades crónicas
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La revista médica The Lancet ha publicado una recopilación de informes científicos que demuestran los riesgos de los alimentos ultraprocesados para la salud, señalando que su impacto es comparable al de problemas como el tabaco o el cambio climático. Los ultraprocesados son preparados industriales comestibles diseñados para estimular artificialmente el apetito sin proporcionar los nutrientes necesarios para una alimentación saludable. Aunque estos productos son comestibles, no son comida en el sentido tradicional, ya que no alimentan de forma nutritiva.
En España, la situación es alarmante. El consumo de ultraprocesados se ha triplicado en los últimos 20 años, pasando del 11% al 32% de la dieta. En los dos últimos años su venta en los supermercados ha aumentado un 49%, lo que ha generado preocupación por los riesgos para la salud, al mismo tiempo que por la pérdida de la tradición culinaria. Las recetas caseras, cocinadas lentamente, están siendo reemplazadas por estos productos industriales.
Javier Sánchez Perona, científico del Instituto de la Grasa del CSIC, advierte que a medida que introducimos más ultraprocesados en nuestra dieta, estamos eliminando otros alimentos que sí son saludables. “El aumento en el consumo de estos productos es directamente responsable del incremento de enfermedades crónicas”, señala Perona. De acuerdo con los estudios publicados en The Lancet, con datos de hasta 36 países respaldados por la OMS y UNICEF, los ultraprocesados no son comida, sino preparaciones industriales, productos horneados, refrigerados, bebidas azucaradas o platos listos para calentar y comer.
La composición de los ultraprocesados: aditivos, colorantes y saborizantes artificiales
Estos alimentos son baratos y sabrosos, pero además están diseñados para enganchar al consumidor. Javier Sánchez Perona destaca que los aditivos, colorantes y saborizantes artificiales presentes en estos productos están específicamente elaborados para estimular el apetito e incrementar su consumo. Esta estrategia ha llevado a que los ultraprocesados se conviertan en una opción cada vez más popular, a pesar de sus efectos perjudiciales sobre la salud.
El consumo de este tipo de productos está relacionado con el aumento de enfermedades como las cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas. En las entrevistas realizadas por The Lancet, varios ciudadanos reconocen que consumen productos ultraprocesados de manera habitual, como croquetas congeladas, pizza, turrones, donuts o nuggets, según varios ciudadanos. Estos testimonios reflejan una tendencia cotidiana que ya está afectando gravemente a la salud pública global.
¿Cómo frenar esta tendencia?
Los expertos alertan de que ya vamos tarde e insisten en que es urgente actuar para frenar la proliferación de los ultraprocesados. La salud pública está en riesgo, ya que el consumo creciente de estos productos está directamente relacionado con el aumento de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas. Es imprescindible limitar su consumo a nivel mundial para evitar consecuencias más graves.
El consumo creciente de los alimentos ultraprocesados está relacionado con el aumento de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas
Aunque no es realista eliminar los ultraprocesados de nuestra rutina, es muy recomendable reducir su presencia en las dietas diarias y optar por alternativas más saludables. Los expertos coinciden en que la educación alimentaria y el impulso de una alimentación más equilibrada son pasos clave para disminuir el consumo de estos productos industriales.
El futuro de nuestra salud y nuestra cultura culinaria depende de cómo afrontemos este desafío.

